Adiós al año 2015

Este lunes 30 de diciembre pondremos versos navideños sobre la barra. La Charlorra despide el año entre aguinaldos, gaitas y parrandas, prometiendo la alegría y el jolgorio propio del ambiente decembrino. Entre explicaciones, curiosidades y melodías, iremos tejiendo la despedida de rigor. Con la complicidad del grupo Calle Real, moderado por el también cómplice  Alí López y el aporte de variados invitados para comprender el significado de estas manifestaciones musicales venezolanas, la barra será testigo de un año más.

La Charlorra

Aguinaldos, Gaitas y Parrandas representan expresiones musicales venezolanas que adquieren una connotación especial para las fiestas decembrinas de navidad y año nuevo. Cada una con sus propias características y particularidades melódicas, así como en sus orientaciones temáticas, teniendo en común el canto a lo espiritual y a lo mundano. Por lo general los instrumentos musicales de los grupos que se organizan ocasional o permanentemente es la misma, pero éstos se expresan de maneras diferentes de acuerdo con sus respectivos ritmos melódicos. Alegría y jolgorio se prometen en esta última actividad del año, en la que todos podrán animarse a escuchar y cantar, arropados por ese cálido apoyo de la gran familia de La Chistorra, la gran aliada de esta iniciativa.

El mundo detrás de los objetos

Este martes 3 de noviembre veremos con ojos distintos los objetos que nos rodean. Al menos eso procurará nuestro cómplice Leonardo Bonomie, profesor de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes, al poner sobre la barra conceptos inherentes al Diseño Industrial, su historia y los atributos de una actividad que concibe instrumentos útiles, funcionales en lo cotidiano, moldeada a imagen y semejanza de los humanos.  ¿Cuáles son las consideraciones que se atienden para decidir las características de una silla, un mueble, una mesa o una barra de bar? Escucharemos a Leonardo y seguramente empezaremos a querer la historia de esas ideas que transforman materiales en el escenario que nos rodea.

La Charlorra

Existen excelentes definiciones de diseño industrial, sin embargo el ciudadano común no reconoce al diseño industrial por sus conceptos (éstos no se asocian con lo que ese ciudadano aprecia en un objeto) y desconoce cómo el objeto de diseño llegó a ser. La mayoría de las personas reconoce al diseño por el aspecto “estético” de los objetos, una minoría lo hace con base en los atributos de los objetos diseñados: su aspecto formal, sus prestaciones funcionales y su calidad constructiva. Es, por esto, importante que aquél ciudadano común reconozca el cúmulo de consideraciones que se atienden para poder decidir el aspecto y las características que tendrá el objeto que dicho ciudadano usará a diario, y de qué manera tal objeto vendrá a satisfacer (o no) las múltiples dimensiones de sus necesidades.

Operación Rescate en aquellos senderos

Nuestro cómplice Alejandro Liñayo será un grato reincidente, con un tema que lleva pegado en la piel: las operaciones de búsqueda y salvamento en los andes venezolanos. Esta vez, La Charlorra será el miércoles 3 de junio. Alejandro es miembro del Centro de Investigación en Gestión Integral de Riesgo. En esta oportunidad nos promete poner sobre la barra detalles de las montañas andinas, con sus encantos y sus misterios. De allá arriba nos llegarán los cuentos, matizados por la versión de un especialista que estudia el tema con gran pasión.

La Charlorra

Las montañas que engalanan a Mérida podrían constituir el jet-set de la orografía nacional, dada la belleza y el glamour que siempre las ha distinguido. Basta hurgar un poco para que emerjan historias mórbidas, oscuras y hasta macabras sobre perdidos, accidentados o fallecidos que algún día subieron a disfrutar de la sierra y que, en el mejor de los casos, bajaron con muchísima dificultad; y en el peor, nunca bajaron. En esta Charlorra se abordarán tales historias, basadas en los resultados de una investigación sobre los niveles de accidentabilidad en alta y media montaña. Los aspectos técnicos, así como los más esotéricos y mágicos de las operaciones de búsqueda y salvamento en los andes venezolanos serán presentados entre anécdotas, divertidas o no, todas parte de un imponente ambiente natural, cuyo desafío muchos aceptan.

Gracias por los favores concedidos

Este martes 7 de abril andaremos de milagro en milagro. Nuestro cómplice, Francisco Franco, profesor de la Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes, promete darnos un recorrido entre cementerios, altares caseros y santuarios en donde los protagonistas son los muertos milagrosos. A ellos elevan sus peticiones los venezolanos, con la esperanza de ser atendidos desde un más allá, prometiendo una lista de acciones a cambio. También conocidas como ánimas milagrosas, Francisco, hablará de este culto que no sólo se practica en Venezuela, sino en América Latina. Gracias, de antemano a Francisco por los favores concedidos a la Charlorra; ya elevaremos plegarias sobre la barra. 

La Charlorra

En Venezuela existe un culto a ciertos personajes que se conocen como muertos milagrosos, también llamados ánimas milagrosas: se les pide favores y realizan milagros a los vivos. La vida y la muerte  de estos personajes están vinculadas al mito y envueltas en los avatares de la historia cotidiana del país; muchos de ellos, en la actualidad, exhiben una fama nacional e incluso internacional. Sus vidas no fueron perfectas, buenas, ni modelos de comportamiento; algunos fueron bandidos, ladrones, alcohólicos, y hasta malandros, aunque, paralelamente, siempre considerados buenos y humanitarios con sus iguales. Buena parte de ellos sufrieron una muerte violenta. En la próxima Charlorra se conversará sobre este fenómeno presente en América Latina  desde hace varios siglos, un culto que se lleva a cabo en los cementerios, en el lugar donde murieron, en los altares caseros, en los altares del trabajo, en los vidrios de los carros, en la cartera de los hombres y las mujeres donde se guardan sus estampitas con sus imágenes y rezos.

Por acá pasó un dinosaurio

Empezamos el año siguiéndole las huellas a un dinosaurio. Nuestro cómplice, Ascanio Rincón, jefe del Laboratorio de Paleontología del IVIC, nos contará cómo circulaba por nuestras tierras el Tachiraptor admirabilis hace millones de años. Un ser carnívoro y de los pocos que llegó a sobrevivir a la extinción del triásico-jurásico, así nos lo presenta Rincón, nuestro invitado del mes. Esperamos, pues, seguirle los pasos a esta especie dueña de nuestras tierras en tiempos lejanos.

La Charlorra

Por muchos años se especuló que Venezuela no tenía registros de dinosaurios, por lo que se pensó que Pangea Central hace 200 millones de años fue un ambiente desértico y que sería muy posterior a la ruptura de este supercontinente cuando el territorio que hoy ocupa nuestro país pudo tener alta biodiversidad. En 1992 un grupo de paleontólogos franceses y venezolanos reportó por primera vez para los Andes de Venezuela restos de dinosaurios herbívoros, pero no sería hasta 2014 cuando se analizaran más restos de este dinosaurio para finalmente concluir que se trataba de una nueva especie para la ciencia, bautizada como Laquintasaura venezuelae, un dinosaurio herbívoro del principio del Jurásico; pero ese mismo año un grupo de investigadores del IVIC en conjunto con la Universidad de Sao Paulo, encontró restos de otro dinosaurio que sería nombrado como Tachiraptor admirabilis, el primer dinosaurio carnívoro del Norte de América del Sur y de Pangea Central. En esta Charlorra se nos presentará el testimonio del Tachiraptor admirabilis, considerado el primer dinosaurio carnívoro de Venezuela y uno de los pocos que sobrevive a la extinción del triásico-jurásico en el mundo.