Este martes 3 de mayo seremos esclavos de Jaime Laffaille, nuestro amigo cómplice, charlorro del mes. Jaime, físico, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes, se ha dedicado en los últimos años a la Gestión de Riesgos y Desastres, registrando históricamente este tema. Pero Jaime, muy dispuesto a sentarse en la barra charlorra, prefirió hablarnos gratamente de otro tema: la música popular. Jaime es músico desde joven y aún dedica parte de su tiempo a hacer sonar la batería. Promete esta vez, servirnos en bandeja algunos ingredientes lejanos que condimentan la música popular que sentimos nuestra, pero después de ser cocinada en fogones criollos.
La Charlorra
Jaime decidió darnos una breve mirada al amplio espectro de la música popular de América Latina y El Caribe, bordeando sones, atendiendo ritmos y tarareando una que otra melodía, en busca de algunas pistas que nos ayuden a descubrir los secretos de esta receta. Para Jaime, la música que solemos escuchar en estas tierras caribeñas no es europea, ni negra, ni criolla. Como resultado de la convivencia con diferentes culturas, nuestra historia ha hecho de la música lo más parecido a nuestras hallacas: no hay nada puro. Esta mezcla ha llegado a incrementarse con el fenómeno de la globalización. Aunque aún existan géneros musicales que conserven casi intactas sus raíces, lo que escuchamos cotidianamente es una mezcla de música europea con música africana, cocinadas en el fogón americano. Escucharemos y disfrutaremos.
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