Este
martes 3 de noviembre veremos con ojos distintos los objetos que nos rodean. Al
menos eso procurará nuestro cómplice Leonardo Bonomie, profesor de la Facultad
de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes, al poner sobre la
barra conceptos inherentes al Diseño Industrial, su historia y los atributos de
una actividad que concibe instrumentos útiles, funcionales en lo cotidiano,
moldeada a imagen y semejanza de los humanos. ¿Cuáles son las consideraciones que se
atienden para decidir las características de una silla, un mueble, una mesa o
una barra de bar? Escucharemos a Leonardo y seguramente empezaremos a querer la
historia de esas ideas que transforman materiales en el escenario que nos
rodea.
La Charlorra
Existen excelentes definiciones de diseño
industrial, sin embargo el ciudadano común no reconoce al diseño
industrial por sus conceptos (éstos no se asocian con lo que ese
ciudadano aprecia en un objeto) y desconoce cómo el objeto de diseño
llegó a ser. La mayoría de las personas reconoce al diseño por el aspecto “estético” de los objetos,
una minoría lo hace con base en los atributos de los objetos diseñados:
su aspecto formal, sus prestaciones funcionales y su calidad
constructiva. Es, por esto, importante
que aquél ciudadano común reconozca el cúmulo de consideraciones que se
atienden para poder decidir el aspecto y las características que tendrá
el objeto que dicho ciudadano usará a diario, y de qué
manera tal objeto vendrá a satisfacer (o no) las múltiples dimensiones
de sus necesidades.
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