jueves, 28 de octubre de 2010

Esas leyes que sacan las piedras


Este martes 2 de noviembre escucharemos a nuestro charlorro cómplice, Ernesto Medina Dagger, físico, investigador del IVIC, PHD del Massachussets Institute of Technology, Premio Polar 1993 y dispuesto a no perderse la experiencia de La Charlorra, una vez advertido del particular ambiente que aquí se genera. Habrá fricciones y Leyes obstinadas que emergen en la mecánica de rocas.

La Charlorra
Ernesto Medina nos hablará sobre las fuerzas de fricción y el mundo complejo que se genera cuando dos cuerpos entran en contacto. Nos hará ver por qué una Ley como la de Coulomb se empeña en seguir emergiendo de estos fenómenos. Esa ley tan simple, aprendida en bachillerato, es obstinada.

Ilustrando resultados que van desde el mundo atómico al macroscópico, Ernesto también se enfocará en los sistemas granulares, rocas y fricciones expresadas en ángulos variados, involucrando hasta la geometría.

Podremos conocer las asperezas e interacciones químicas/físicas que suceden en el choque de rocas. Si no hay disturbios ni encapuchados, ni fricciones externas, seremos nosotros los primeros en tirar la primera piedra.

martes, 5 de octubre de 2010

Este martes nos miramos el ombligo


Este martes, Ysabel y Ascanio, los culpables de todo lo malo de La Charlorra expondrán la barra y las múltiples razones para concurrirla, entre ellos, aunque Ud. no lo crea, filosofar y debatir la ciencia. El despecho y la celebración son extremos emocionales que invitan a compartir códigos alrededor de una barra, pero históricamente, ambientes como éstos también sirvieron de telón de fondo para la discusión filosófica o científica que actualmente sustenta el pensamiento formal en centros de investigación y universidades.

¿Desde cuándo sucede esto? ¿Bajo qué términos se plantearon las discusiones científicas en los bares y cafés? Hoy en día ¿es una iniciativa de divulgación que aplica en todos los contextos? En Mérida, La Charlorra será objeto de su propia discusión, a los dos años de existencia, en la que mucha chistorra se ha mezclado con conversas interesantes, salpicaditas de uno que otro trago.


La Charlorra

A dos años de la primera Charlorra, mucha gimnasia ha sido confundida con la magnesia: 17 charlorros se han atrevido a ser cómplices y han querido sentarse en el pedestal de una barra para hablar sobre un tema particular, aderezándolo con profesionalismo y audacia y, sobre todo, mucho cariño. Este martes, La Charlorra se mirará al ombligo y mostrará -un poco en serio, un poco en broma- los entretelones de una comunidad que se formó alrededor de una barra para hacer del tema académico un motivo de encuentro cotidiano, salpicado de licor y nocturnidad. Que Dios y la Ciencia nos agarren confesados.